La
primera guerra mundial, fue un conflicto que como ya sabemos, alcanzó
dimensiones nunca antes vistas, debido a grandes factores que influyeron en el
curso de ésta, y de ellos, cabe remarcar a la segunda revolución industrial,
pues sin ella, seguramente no se habrían logrado los grandes avances
tecnológicos que tuvieron lugar en las potencias imperialistas. Ahora bien,
dicha revolución industrial fue decisiva por distintas razones, en primer
lugar, está la producción en serie.
Éste
método de producción, que se inició en Inglaterra desde la primera Revolución
Industrial (1780), tiene un auge espectacular durante finales del siglo XVII y
gran parte del siglo XIX, dando como resultado una industria que, para 1900 ha
evolucionado, mejorado, crecido y es suficientemente fuerte para cargar con el
peso de la guerra, que era lo que precisamente lo que los gobernantes de las
potencias querían. Dicho método de producción se basa en el principio de
producir mayor cantidad en menor tiempo, menor esfuerzo y menor inversión. Esto,
abrió un mercado laboral en las fábricas tan extenso que terminó por diezmar la
población rural, pues los campesinos partían a las ciudades en busca de mejores
condiciones de vida, sólo para encontrarse en situaciones deplorables de vida y
de trabajo (salarios miserables, enfermedades, prostitución, adicciones,
violencia, sobre-población, explotación laboral, represión, etc., lo que más
adelante dará como resultado por su parte, los movimientos obreros
(1811-1864)).
Con
todo esto, la producción industrial crecía exponencial y aceleradamente, lo que
trajo consecuencias no previstas para las potencias imperialistas, pues la
producción terminó por exceder las necesidades y capacidades de compra de la
gente, y como obviamente no estaban dispuestos a pagar más a sus obreros para
que siguieran comprando, utilizaron como alternativa expandir sus rutas de
comercio; y fue entonces cuando surgieron los problemas, pues todas las
potencias querían tener el poder económico sobre determinados territorios, ahora
ya no se buscaba la dominación política, sino, la económica.
Así
fue como ésta revolución, con todas sus implicaciones (expansión del
capitalismo, los antecedentes de los movimientos obreros, sobre todo la primera
internacional y las ideas de unión entre obreros, el crecimiento demográfico en
las ciudades, el desarrollo de nuevas tecnologías, el desarrollo de inventos
como el automóvil, la electricidad, el cine, los electrodomésticos, la gasolina
y el petróleo, etc.) tuvieron un impacto directo sobre la sociedad y la
política, todo en ésta época se dirigía discreta y firmemente, hacia la guerra.
Por:
Mayeli Abúndez Olvera
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